La tecnología ha cambiado notablemente el escenario económico mundial, regional y nacional. En la medida que las empresas han incorporado a sus procesos productivos el uso de nuevas técnicas de producción, además de innovadoras formas de comunicación y acceso a información, el mercado se ha vuelto cada vez más competitivo.
En este contexto, en el que el desarrollo económico empuja a las empresas a la globalización, las Mypes enfrentan el reto de la competitividad, que implica mejorar su capacidad de gestión y productividad. Para conseguirlo, las principales aliadas con que cuentan son efectivamente la utilización de tecnologías comerciales y de la información.
Hay que actualizarse! Esa es la consigna que debe mover a las Mypes en el Chile de hoy. Porque el proceso de integración de los mercados, supone como primer paso una apertura a los mercados nacionales. Este primer paso es el necesario para avanzar en un desafío aún mayor: prepararse para sacar el máximo provecho a las oportunidades de intercambio que se generarán en virtud del Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea.
A prepararse
La realidad de las Mypes nos señala que las empresas de menor tamaño, están recién iniciándose en el conocimiento y uso de herramientas tecnológicas que aportan al desarrollo y crecimiento de sus negocios.
Una alerta a este respecto la da un reciente estudio realizado por el Centro de Investigaciones de Empresas y Negocios de la Universidad del Desarrollo. En él se concluye que aunque nuestro país es líder en América Latina en materia de nueva economía, no ocurre lo mismo en cuanto a la adquisición y uso de nuevas tecnologías.
El informe se refiere específicamente a las habilidades de las naciones para lograr niveles de crecimiento sostenidos en un ambiente globalizado y ayudado de nuevos medios tecnológicos. Con ese criterio, cuantifica aspectos como los recursos humanos, mercado de capitales, innovación tecnológica, globalización y economía digital.
Con un clic
Corresponde entonces valorar la tecnología como una herramienta más que apoya el negocio y hace más competitiva a las empresas, facilitando incluso la administración de los negocios.
Es el caso, por ejemplo, de la Internet. Este medio provee de información y comunicaciones al servicio del negocio. Hoy día las empresas venden sus productos en distintos países y por eso requieren contar con información rápida y relevante para la toma de decisiones. En esa diferencia radica muchas veces la clave del éxito.
Los beneficios de las redes de información y comunicación comercial son muchos. A través de e-mails, los pequeños y microempresarios pueden enviar y recibir documentos y agilizar procesos. Por medio de las páginas Web, es posible promocionar productos, llegando a mercados que sería imposible abordar por otros medios.
Para avanzar en este camino es de vital importancia extender la asesoría a las Mypes a ámbitos que son muy útiles para adaptarse al mercado, pero que en la mayoría de los casos ellos desconocen, y por lo mismo, no desarrollan. Esto limita la generación de nuevos negocios y el crecimiento de sus empresas y trabajadores.
Este es un desafío para distintos actores de la economía, la banca entre ellos. Promover la innovación y el desarrollo tecnológico de estas empresas, obliga a ofrecer un servicio integral que no se limita al otorgamiento de un crédito. Por el contrario, implica una atención especializada que entregue apoyo, asesoría, orientación y respaldo en la toma de decisiones.
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